Lucas Pertossi explicó por qué dijo “caducó” y Blas Cinalli señaló que “fue una tragedia”

“Los chicos mintieron. Un borracho no puede escribir mensajes. Espero que lo de hoy salga todo bien. Esperamos que se haga Justicia para que Fernando pueda descansar tranquilo “, dijo a Infobae y otros medios presentes, Silvino Báez Sosa, en referencia a la declaración de Blas Cinalli.

En contrapartida, los padres de los imputados atravesaron un momento incómodo cuando al salir fueron increpados por los vecinos y las personas que fueron a dar apoyo a los Báez Sosa y que se acercaron al lugar.

Los padres de los rugbiers salieron abucheados e insultados (Ezequiel Acuña)

Momento clave en el juicio: termina la etapa de los testigos

Fernando Burlando pide realizarle preguntas a Blas Cinalli. “El imputado dijo que no le iba a responder sus preguntas”, dijo la jueza María Claudia Castro. “Gracias por escucharme”, dijo el imputado y se sentó.

Así, concluye la etapa de recepción de testimonios. La fiscalía y la querella harán sus alegatos el día 25 y la defensa lo hará el día 26, luego de un pedido realizado por Burlando.

Cinalli es confrontado por los fiscales por sus chats y su rol en el hecho

– “¿A cuántos metros estaba de ahí?”, preguntan los fiscales acusadores en referencia al video que grabó Lucas Pertossi. Cinalli responde: “Tres o cuatro metros”.

– ¿La primera persona que está delante de ese grupo es Ciro Pertossi?

– “No respondo por otra persona”.

– ¿Usted se ve ahí?

– Todavía no. (El video avanza). Ahí me veo, dice Cinalli (se señala con puntero).

Luego, le preguntaron por sus chats con sus amigos. “Creo que matamos a uno”, dijo Cinalli en un texto. “Es lo que decía la gente”, se excusó en el juicio. “En el mismo lugar donde estábamos, las personas que vivían ahí lo comentaban. Yo le repetía a mi amigo lo que escuchaba. No estaba muy lúcido, lo que escuchaba se lo repetía a mi amigo. No creía que hubiera pasado”, siguió.

– ¿De qué conversaste camino a tu casa?, pregunta el fiscal Dávila.

– No me acuerdo. Cualquier cosa de la noche. Boludeces.

Mientras tanto, desde la calle continúan los gritos que se escuchan en la sala del Tribunal: “Asesinos, asesinos”.

– ¿Iban todos juntos caminando?

– Creo que no. Creo que faltaban algunos chicos.

– ¿Quiénes?

– No respondo por otras personas.

Los fiscales proyectan otro video de las calles de Villa Gesell. Le piden que se marque. “Ahí estoy, esta persona soy yo”, dice. Se lo ve en la imagen cruzando una calle, con dos más.

Continúa el interrogatorio: “Volviendo a los chats con su amigo, ¿usted sintió algo?”.

– En el momento no tenía dimensión de lo que estaba pasando, para mí la gente hablaba de otra pelea.

– Cuando dice, “Creo que matamos a uno”, lo dice en primera persona. ¿Sintió algo?

– “No me acuerdo el horario, eran las 6 o 7 de la mañana, estaba totalmente borracho. No sabía lo que estaba diciendo”, concluye.

Tras el testimonio de Lucas Pertossi, Blas Cinalli comienza su declaración

Negó los cargos en su contra e incluso habló del comienzo de una pelea. Al igual que Lucas, tampoco reconoció haber participado de la premeditación de un homicidio y sus dichos apuntan a una pelea previa, consonante con la calificación de homicidio en riña que podría introducir la defensa en los alegatos.

“Por las pericias que pude ver… Se dijo que Fernando Báez Sosa tenía ADN mío en el meñique. En ningún momento lo toqué. No sabía quién era. Supongo que la persona de adentro del boliche (con la que se peleó) era él”, dijo Cinalli.

Quiero empezar diciendo que lamento mucho todo lo que pasó, fue una tragedia. Falleció un chico de mi misma edad. No hubo un plan ni nada de lo que se dice, ningún rol”.

“Yo voy a contar que estaba bailando con un amigo y una chica en la barra, había tanta gente que en un momento me quedo entre dos filas. Veo una ronda que se hace en la pista, veo un amigo que estaba agachado y un chico que le estaba por pegar. Me acerco y agarro al chico, quedamos los dos trenzados, empezamos a forcejear, caemos los dos para atrás y cuando nos pudimos parar, lo agarra un patovica”.

En ese momento Cinalli pidió que se proyecte un video, el que reveló la presencia de Luciano Pertossi, que también se le proyectó a Lucas. En el video se identifica, dice quien es, dice que “lo agarran, que se va, que vuelve y que como no quería seguir peleando se fue”.

Luego, Cinalli pidió que se proyecten una serie de entrevistas concedidas por Burlando, donde el abogado refiere a los acusados como “hijos de puta”, “cobardes”, “energúmenos”, “residuos escatológicos”, “cagones, “mierda”.

Cinalli dijo: “Eso es lo que viví en tres años. Una falta de respeto, no solo para mi madre, sino para todos los imputados. No le voy responder preguntas al particular damnificado. A la fiscalía voy a responder solo lo que se vincule a mí”.

El fiscal Dávila pide volver a proyectar el video de la pelea que compromete a Luciano. El fiscal pide a Cinalli que le diga quiénes son los que están con él detrás del auto, pero se niega a responder.

Dávila: Usted habla de otra persona, ¿en algún momento esa persona le pegó a usted?

Cinalli: No, pero le estaba pegando a un amigo, lo estaba tacleando. En el video no se ve pero lo taclea.

El imputado no quiere decir qué amigo era.

Luego, la fiscalía repregunta: “A usted lo agredieron”.

– Cuando me agarraron del pie, nomás.

– ¿Y por qué dice que fue una pelea?

– Porque una persona que no te conoce te agarra y encima le pega a un amigo.

– ¿Usted estaba con alguien que estaba filmando?

– No recuerdo.

Blas Cinalli y Lucas PertossiBlas Cinalli y Lucas Pertossi

Continúa la declaración de Lucas Pertossi

“Yo quiero aclarar el tema de lo que pasó aquel día. Nos levantamos a eso de las 2 o 3 de la tarde, habíamos tenido una noche larga y dormimos hasta tarde. Fuimos a la playa, llevé la heladerita porque soy uno de los de contextura más grande. Llevé alcohol, tomamos, bailamos. Nos quedamos hasta el cierre de playa, que tiraron fuegos artificiales. Fuimos a buscar los documentos y la plata para ir a la zona de Le Brique, para que un amigo compre las entradas. Volvemos a casa, comemos, nos bañamos nos cambiamos para ir a la previa con un compañero y un grupo de amigos. Vamos, llevamos más alcohol que teníamos en la casa. Hacíamos juegos de tomar y sacar una carta. Yo perdí y me tocó tomar alcohol. A eso de las tres o tres y media salimos porque teníamos miedo de que no nos dejaran entrar, como nos pasó la noche anterior”, siguió Pertossi.

“Llegamos pero desde adentro, nuestros amigos nos dicen que vendamos la entrada porque estaba lleno y no se podía entrar. Antes de irnos, yo ya me queria ir a comer a McDonald’s, pero un patovica nos deja pasar. Cambié la consumisión. Estaba el show de un cantante, sacamos una foto en el medio del recital. Veo que se hace un círculo en el medio de la pista y que un patovica saca a un amigo mío del cuello. No entendía por qué”, agregó el joven.

Luego, dice que en ese momento escuchó “a este sacalo por la cocina que lo sacamos a palos”, por lo que sacó su celular para filmar. “Los chicos a mí me dicen ‘Croniquita’ o ‘Intento de influencer’ porque saco fotos de todo”, agregó.

Pertossi continuó su relato con lo que sucedió una vez afuera de Le Brique: “Hay un tumulto de gente, veo que a mis compañeros los invitan a cruzar. Voy a la derecha, veo un amigo en el escalón, nos sentamos, empezamos a charlar, a usar el celular, yo grabo adentro”.

“Escucho gritos, me paro, me acerco, veo que hay gente que no conocía, pero reconozco a mis amigos. En unos segundos veo que agarran a un amigo del pie y lo quieren tirar al piso, me acerco y le digo ‘Soltalo’. Le pego dos patadas, me voy para atrás, veo que el chico intenta pararse y me voy para atrás, me voy a la esquina”, añadió.

En ese momento, Pertossi explica por qué utilizó la palabra “caducó”, en referencia a Fernando. “Estaba desorientado, pierdo a mis amigos y empiezo a mandar mensajes y a llamar a un amigo. Llamo, me dice que estaba en el mercado, voy y me acerco. Ahí un pibe me dice que hubo una pelea afuera de Le Brique, que habían llamado a una ambulancia y que el pibe había caducado. Después fuimos a McDonald’s porque tenía hambre”.

Con respecto a la mañana siguiente, durante el allanamiento a la casa, dijo: “Viene un policía y nos dice: ‘Miren este teléfono’. Era mío, me piden que le saque la contraseña y me lo sacan. Lo mismo con la billetera y con la ropa. Nadie nos decía nada. Y a la tarde, se acerca un policía que nos dice: ‘Los veo muy preocupados, ¿ustedes saben qué pasó? Mataron a un pibe’. Ahí se me cayó el mundo”.

“Yo quiero decir que estoy muy mal por lo que pasó en ese momento, estuve con tratamiento psicológico, psiquiátrico y medicación. Creo que a todos nos afectó mucho esto. Quiero aclarar que yo en ningún momento le pegué a Fernando Báez Sosa, en ningún momento participé de un plan de una asesinato, yo fui de vacaciones”, concluyó.

Tomei pide al tribunal que Lucas Pertossi tome la palabra. Es uno de los acusados más complicados por testigos y mensajes revelados en las pericias, y el rugbier que dijo que Fernando “caducó”. Pertossi se pone de pie mientras los abogados dialogan.

Hubo banderas, cantos y pancartas (Foto: Ezequiel Acuña)Hubo banderas, cantos y pancartas (Foto: Ezequiel Acuña)

El repudio a los rugbiers: “¡Asesinos!”

Poco antes de las 12:30, un grupo de personas llegó a las puertas de los tribunales para repudiar a los rugbiers.

“¡Asesinos!”, les gritaban, con pancartas con la cara de Fernando en la mano. Sus gritos podían oírse dentro de la sala. “Justicia es perpetua”, exclamaban.

Los padres de Fernando estaban afuera de la sala en ese momento. Los de los imputados, dentro. Sergio, padre de Ayrton Viollaz, miró por la ventana al ver qué pasaba. Hay, al menos, un padre o madre de cada acusado presente.

Los peritos de los rugbiers desacreditaron la autopsia al cuerpo de Fernando

Comienza la audiencia: declaran en conjunto los médicos forenses Juan José Fenoglio y Jorge Rodolfo Velich, peritos de parte de la defensa. Velich cuenta que es especialista en medicina legal por la UNLP y médico emergentólogo por la Sociedad Argentina de Emergencias. Juan José Fenoglio dice que es médico hace 42 años, especialista en medicina legal, en anatomía patológica y diplomado en ciencias forenses.

Tomei avisa que se exhibirán imágenes de la autopsia. Los padres de Fernando se retiraron de la sala.

Habla Fenoglio. El foco de su análisis es la autopsia realizada por el forense Diego Duarte.

“Por lo que trabajamos, lo primero que nos tocó resolver es que en los casos de traumatismos de cráneo en accidentes, o en estas circunstancias, es raro que se produzca la muerte en el lugar del hecho. Generalmente, los pacientes llegan al hospital. Entonces nos preguntamos por qué se produjo en el lugar del hecho un paro cardíaco que generó la muerte de la víctima”.

“El cráneo es una cavidad cerrada y protege bien al cerebro. Por más que este deje de funcionar, el corazón sigue funcionando autónomamente porque no depende de la conducción cerebral. Si esta se cortara cambia la frecuencia cardíaca, pero no se llega al paro. Esta es la base fundamental de los trasplantes”.

Fenoglio sigue: “No nos coincidían algunas cosas. Por ejemplo cuando leemos el informe, en la parte de las consideraciones, se habla siempre de traumatismo de cráneo y también de que tenía un traumatismo de abdomen y de tórax, que está informado en un cuadro que se denomina hemotórax, pero no se informa el origen. Para eso tiene que haber una lesión que no está descrita en la autopsia”.

“El cerebro no termina además dentro del cráneo, sino que se prolonga hacia la columna cervical: la protuberancia y el bulbo raquídeo. Son importantes porque ahí está el centro respiratorio. Una lesión ahí puede causar la muerte. ¿Por qué mecanismo? Porque el cuerpo no tiene oxígeno, entonces ahí sí se puede producir el paro. En la autopsia se manifiesta que no hay lesiones cervicales”, continúa.

Asegura que en la autopsia se hace referencia a un traumatismo de abdomen, pero que no hay descripción del mismo. “Para lesionar el hígado y que haya sangre en el abdomen, si bien puede existir en algunas circunstancias lesiones internas sin que haya lesiones en la piel, debería haber lesiones en los músculos y en algunos otros órganos que no están expuestos. Esto nos obligó a estudiar otro tipo de lesiones que podrían ocurrir en el hígado y que no están expuestas. Esa lesión (el traumatismo de abdomen) podría ser producto de un aplastamiento del hígado que es una consecuencia de la resucitación cardiopulmonar, del RCP”.

“Es el cadáver de una persona que tuvo 60 segundos de golpes y más de 40 a 45 minutos de RCP. El RCP produce lesiones y hay que diferenciarlas. Las lesiones que le causaron la muerte son las de los 60 segundos. En el resto del tiempo aparecen otras que se deben investigar”, afirma.

La autopsia no explica por qué murió Fernando Báez Sosa”, sintetizó.

Es, hasta ahora, el planteo más fuerte realizado por la defensa en todo el proceso para controvertir el expediente.

El forense Jorge VelichEl forense Jorge Velich