Cientos de turistas y geselinos honraron la memoria de Fernando reclamando  ¡Justicia!

“Estoy de vacaciones pero hoy había que venir porque tengo un hijo y lo que le pasó a Fernando le pudo haber pasado al mío o al de cualquiera. Hay que terminar con la violencia”, dice Fabián, un hombre de 41 años que llegó a Villa Gesell desde Florencio Varela, mientras mantiene la mirada fija en el cantero que se ubica a unos centímetros de donde sucedió la salvaje golpiza a Báez Sosa y donde se gestó un santuario en memoria del joven de 18 años.

En el árbol situado en la Avenida 3, entre las calles Buenos Aires y 102, sobresale un letrero de madera con el nombre de Fernando y un cartel que está fijado al tronco y tiene una leyenda con letras de goma eva: “Justicia es perpetua”, dice. A su alrededor hay rosarios colgados, medallitas, velas, cartas, estampitas, imágenes de la Virgen repartidas por cada rincón. También un inflable dorado del número 3.

Allí se montó un pequeño escenario a la espera de la llegada del Obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre, encargado de presidir la misa por el nuevo aniversario del crimen, al igual que lo hizo en años anteriores. El acto fue programado para las 20, pero la gente comenzó a llegar una hora antes. Enseguida, entre la muchedumbre flameó una bandera de Paraguay y un pasacalle con el rostro del joven y una frase escrita en color celeste: “Un beso hasta el cielo”.

"Un beso hasta el cielo", rezaba un pasacalle colocado en el lugar donde ocurrió el crimen (Matías Arbotto)

Bajo un cielo gris, los primeros cantos se oyeron hacia las 19.25. “¡Justicia es perpetua!”, repitieron varias veces los manifestantes, acompañando con aplausos. “Fernando, presente”, gritaron a continuación. Varios se amucharon en las escaleras del boliche Le Brique, donde había comenzado aquella violenta noche.

El local bailable que otrora era uno de los más concurridos ahora luce abandonado. Las paredes negras perdieron color y están sucias. Hay grafitis y un pedido de justicia escrito con aerosol entre dos corazones. Las fotos impresas y pegadas con el rostro de la víctima fueron carcomidas, solo perduran unas pocas que se ubican en un costado que no da a la calle.

Las hojas impresas con el rostro del joven y el reclamo de justicia en manos de una de las manifestantes (Matías Arbotto)Las hojas impresas con el rostro del joven y el reclamo de justicia en manos de una de las manifestantes (Matías Arbotto)

La discoteca funcionó unos días después del crimen y ya no volvió a abrir sus puertas. En la actualidad no está clausurada. Sus dueños, si así lo quisieran, podrían volver a ponerla en funcionamiento. No obstante, no lo van a hacer, al menos hasta que concluya el proceso judicial, según pudo saber Infobae.

El triste homenaje se da en paralelo al juicio contra los ocho acusados que se desarrolla en los tribunales de Dolores. Este miércoles finalizó la etapa de recepción de testimonios. La fiscalía y la querella harán sus alegatos el día 25 y la defensa lo hará el día 26.

Fuente: Infobae.com