Lionel Messi no estuvo al margen de los momentos de tensión y disputas físicas y verbales que tuvo el encuentro con Países Bajos. Minutos después de haber terminado el partido, el jugador lo hizo callar a un futbolista rival. A lo largo de los 130 minutos no solo le pegaron, lo amonestaron y lo cargaron .
Fue allí cuando, lo que muchos argentinos esperaban, Lionel revivió el espíritu maradoniano y no se calló nada, cansado de los golpes y burlas.
En ese momento, una cámara del canal de TV TyC Sports se acercó para entrevistarlo y Messi todavía estaba en los túneles del estadio Lusail. Allí se cruzó con el futbolista de Países Bajos, Wout Weghorst, y le dijo: “Qué mirás bobo, andá para allá”.
Durante el encuentro ante Países Bajos hubo varios episodios picantes entre los futbolistas de ambos equipos y eso afloró en el final de la tanda de penales cuando después de la victoria, los argentinos salieron corriendo para festejar, y les “recordaron” sus dichos durante el partido a los holandeses.
Mientras los holandeses se derrumbaban en el piso del dolor, algunos jugadores argentinos como Enzo Fernández, Ángel Di María, Leandro Paredes y Gonzalo Montiel, les gritaban en la cara a sus rivales. Por la bronca contenida durante el encuentro hubo muecas y gestos, típicos de estas definiciones.
Frenkie De Jong se tiró al piso y comenzó a llorar, mientras que Virgil Van Dijk solo atinó a mirar el cielo y a lamentarse por la oportunidad perdida.