Una vez más, y sin importar el Gobierno provincial de turno, los profesionales y trabajadores de la salud, llevaron a cabo un abrazo simbólico y una manifestación en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Mar del Plata en reclamo de mejoras en infraestructura, insumos y recursos humanos.
Claudia Orellano, licenciada en psicología, e integrante de la Comisión Directiva gremial del hospital, en diálogo con “el Retrato…” sostuvo: “el reclamo incluye varias cosas, después del contexto de la post pandima, la maldita pandemia, desde el mes de marzo, venimos haciendo una serie presentaciones por escrito a la gestión del hospital, planteando las dificultades en torno a la falta de insumos básicos, la falta de fluidez en el arreglo de aparatología significativa, fallas continuas en el tomógrafo y el elegiografo, el resonador que utilizamos es el del CEMA. Todo esto, asociado a la falta de insumos y necesidades que tienen las personas, mas a la falta de gas, tiene como consecuencia un deterioro significativo en la calidad de atención”
“Este es un hospital de agudos que asiste a personas en nivel de alta complejidad, en fases agudas de enfermedades crónicas y no estamos pudiendo dar la respuesta asistencial humana que requiere el Hospital, que además recibe la demanda de atención de 16 municipios. Los marplatenses que este es el único hospital que atiende a adolescentes, adultos y adultos mayores, además de brindar el primer nivel de atención”, sostuvo Orellano.
En este sentido expresó: “El problema del gas fue a partir de robos de reguladores, situación que también venimos reclamando por robos reiterados que se dan en el predio y dentro del edificio, de manera sistemática, y no se pudo dar respuesta sobre eso. En ese sentido, nosotros insistimos en la apertura de un espacio donde confluyen todas las voces donde pueden tomar decisiones, que es el Consejo Asesor Técnico Administrativo (CATA). Existía y funcionaba, pero la dirección del Hospital lo cerró en el último debate donde planteamos estos conflictos. Allí nos comunicaron que se iban a realizar minis CATAS por sectores, nosotros no queremos que se sectorice el conflicto. Todos tenemos herramientas, ideas y experiencias de trabajo importantes para aportar”.
Asimismo, sostuvo: “Le hicimos llegar las necesidades que tenemos al Gobierno Provincial en notas detalladas en marzo, en agosto. Le hicimos llegar notas de evaluación de situación, nosotros tenemos experiencia de esto, porque los que pertenecemos a la Comisión directiva y trabajamos en Jefaturas, tenemos más de 25 años de trayectoria en este lugar, conocemos las problemáticas, a las personas, las situaciones de pacientes y sus familiares”.
Consultada sobre cómo es trabajar en ese contexto de dificultad constante, Orellano dijo: “es muy complejo porque se producen situaciones de violencia y maltrato, porque no asistir de manera adecuada es maltrato. Muchas veces uno, con su carga emocional, frustración, desgaste, también tiene una carga emotiva importante que a veces también cuesta diferenciar, es difícil cuando uno sufre estar asistiendo al sufrimiento; entonces en ese contexto se produjeron en los últimos meses renuncias importantes de servicios muy significativos y también vacancias de ingresos de profesionales a residencias que son médicas”.
En esta línea, Orellano manifestó : “requerimos que el CATA funcione en rol de Comité de Crisis, porque el Allende no puede esperar más, estamos en una situación muy crítica, que incluso los que estamos más cerca de la jubilación anhelamos cerrar nuestra trayectoria profesional de otra manera, no queremos terminar así, queremos que se cuide lo público, que sea un espacio donde la gente elija venir a formarse”.
Finalmente, la profesional de la salud expresó: “Nosotros observamos que se intenta esquivar el conflicto, hay varios niveles para pensar: la política, y lo político, la integración o desintegración del sistema de salud marplatense en particular. Hubo un espacio de cooperación y solidaridad en el primer año de pandemia, porque no había donde internar a las personas, y hubo en la comunidad de prestadores de salud del sector público y privado una cooperación significativa; entonces si eso sucedió esto puede volver a suceder, pero necesitamos el espacio donde se asuma el conflicto como tal. Todo esto lo hicimos saber a las autoridades provinciales a través de la presidencia de CICOP, en la figura de Pablo Maciel y su Comisión Directiva que continuamente mantiene conversaciones y están intentando visibilizar la situación del Hospital Allende ”, sentenció.