Se llevó a cabo la presentación de un nuevo reglamento para regular la actividad de médicos bonaerenses residentes, saldando una demanda histórica de los y las profesionales con el objeto de mejorar sus condiciones laborales y formativas. En la presentación participó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el ministro de Salud, Nicolás Kreplak.
“Este nuevo reglamento es el resultado de una construcción colectiva y de una discusión amplia, democrática, que incluyó a sindicatos, directores de hospitales, residentes y representantes de la comunidad. Apuntamos a mejorar las condiciones de formación y trabajo de las y los residentes, en el marco de un proceso de transformación e integración de un sistema de salud que encontramos muy deteriorado”, manifestó Kicillof.
Asimismo, agregó: “Estamos dando un paso y marcando un hito en un recorrido que tiene que ver con la reparación y la búsqueda de justicia laboral y, sobre todo, de justicia social”.
Por su parte, Kreplak sostuvo que “Este nuevo reglamento mejora las condiciones laborales y de aprendizaje, haciendo además que la provincia sea un destino más atractivo para quienes deben elegir dónde llevar adelante sus periodos de especialización”, añadió y afirmó: “Es una nueva demostración de la vocación de un Gobierno provincial que prioriza la educación, la formación pública y la juventud, con quienes contamos para construir el sistema de salud que queremos”.
A partir del trabajo conjunto con hospitales, regiones sanitarias, residentes y la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia (CICOP), la iniciativa establece un nuevo régimen de jornada laboral de lunes a viernes, eliminando los sábados, y reduce las horas de guardia de 24 a 12. Además, brinda la posibilidad a residentes del último año de contar con un día laboral por semana para realizar otras tareas remuneradas.
A nivel salarial, se incorpora un plus por guardia con un valor del 13% del sueldo de un jefe de residentes y un adicional del 7% del ingreso de quien trabaje en una zona de baja cobertura, con el objetivo de incentivar la radicación de profesionales en ámbitos de mayor necesidad. Asimismo, se agrega una suma de 1.500 pesos por hijo, que se duplica en caso de que el menor tuviera alguna discapacidad, y se incorporan los aportes al IPS (sin pérdida de salario de bolsillo).