Los decks siguen despertando críticas y malestar en los marplatenses de a pie que nada tienen que ver con la gastronomía y el negocio de unos pocos. Mientras La Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica salió bancar el espacio público utilizado porque “revaloriza Mar del Plata”, los comerciantes de la calle Güemes, la Cámara Textil, el Colegio de Arquitectos, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), la Defensoría del Pueblo, rechazan el abuso de los gastronómicos.
A la espera que el Concejo Deliberante trabaje en el tema, y tome una determinación, “el Retrato”, salió a buscar la opinión de los comerciantes y vecinos del centro de la ciudad, y las críticas se hacen más grandes, porque los habitáculos les redujeron las ventas.
Una comerciante de una dietética ubicada en una cuadra donde hay dos decks, en diálogo con “el Retrato…” dijo: “A nosotros nos hiper perjudica. Hay vecinos que viven en la cuadra, y nos dicen que no nos habían visto, hace dos años que estamos acá”, casi al mismo tiempo que los decks se instalaron en las calles marplatenses. En ese sentido la joven comerciante agregó: “el negocio no se ve, y la mayoría del tiempo hay camiones que están haciendo doble fila, por eso no se ve el negocio”.
En la calle Belgrano, entre Santa Fe y Corrientes, una cadena de restaurantes local instaló un deck, pero esa sucursal solo abre en verano, por lo que el deck no está en uso. Allí duermen personas en situación de calle, que se armaron un lindo lugar para vivir.
Un ferretero del centro aseguró que comercialmente los decks no le afectan, “pero te lo digo como vecino, no corresponde esto que hicieron, son incómodos, no se puede manejar. La zona de Güemes está intransitable, siempre hay riesgo de chocar o atropellar a alguien, tenes que ir midiendo para no llevarse puestas las motos o bicicletas”, dijo el señor, que en la cuadra de su negocio solo tiene un deck en la esquina, que no le perjudica “al contrario, hasta capaz me da más trabajo”.
Asimismo, una propietaria de una rotisería que está al lado de un deck, visiblemente enojada por el tema aseguró: “A nosotros no nos colabora esa estructura, al contrario, pero no puedo decir mucho porque nosotros no podemos tener deck”.
El abuso de los gastronómicos, a la vista está, no tiene límites. Muchos de los comercios que instalaron decks, además, tienen mesas y sillas en la vereda. No solo eso, sino que tampoco contrataron más personal para atender las nuevas plazas. Al contrario, agrandaron su capacidad instalando más mesas, pero no dieron “laburo” como le gusta decir a Montenegro y sus amigos.