En el marco del Día de la Industria Naval Argentina, que se celebra cada 12 de septiembre en nuestro país, el Consejo Económico y Social de la Industria Naval llevó adelante un acto en el salón del Consejo Profesional de Ingeniería Naval en la ciudad de Buenos Aires en conmemoración a dicha fecha, del cual participaron diferentes autoridades locales, provinciales y nacionales del sector. “La macroeconomía ha vuelto a poner en jaque al sector naval, pulverizando el esfuerzo hecho por autoridades, astilleros, armadores y obreros navales”, aseguró el presidente de FINA, Domingo Contessi.
Cabe destacar que el acto fue organizado por el Consejo Económico y Social de la Industria Naval integrado por la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA), la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN), Astillero Río Santiago, Tandanor, el Consejo Profesional de la Ingeniería Naval (CPIN), el Sindicato de Obreros Navales (SAONSINRA), la Asociación Argentina de Ingeniería Naval (AAIN), el SITTAN, la Cámara de la Industria Naval Argentina (CINA), ATE Ensenada y el SOIN.
En esta oportunidad, la ceremonia contó con la presencia del Ministro de Defensa de la Nación Jorge Taiana, el Secretario de Industria y Desarrollo Productivo de la Nación José Ignacio De Mendiguren, el Subsecretario de Pesca de la Nación Carlos Liberman, la Subsecretaria de Industria, Pymes y Cooperativas de la provincia de Buenos Aires Mariela Bembi, el Subsecretario de Asuntos Portuarios de la provincia de Buenos Aires Juan Cruz Lucero, autoridades de la Armada Nacional y de la Prefectura Naval Argentina, el presidente de la UIA Daniel Funes de Rioja y el Secretario General de la CATT Sergio Sasia, entre otros.
Por su parte, el presidente de FINA, Domingo Contessi, expresó en dicho acto: “Es un honor celebrar este día de la Industria Naval en el CPIN, la casa de los Ingenieros. Ellos son el cerebro de nuestra Industria. La Argentina ha tenido en su historia muchos Ingenieros Navales brillantes que nos han dejado un gran legado, como Rodriguez Subieta, Raúl Podetti o Augusto Noël., tiene un muy buen presente con 431 profesionales matriculados, pero también tiene un prometedor futuro con 4 Universidades que dictan las carreras de Ingeniería y Arquitectura Naval. La UBA , la UTN, el ITBA y la UNQUI, donde actualmente hay más de 800 alumnos cursando carreras de grado”.
“Si los ingenieros son el cerebro de nuestra actividad, los obreros navales son las manos y brazos ejecutores. En tiempos difíciles para los asalariados de todo el país, los navales no son la excepción y valoramos enormemente sus capacidades y el esfuerzo que realizan”, sostuvo el presidente de FINA y agregó: “Las negociaciones paritarias son duras y desgastantes en un contexto inflacionario y de “sábana corta”, pero eso no ha impedido que junto a los representantes sindicales sigamos pensando en el futuro, capacitando y aumentando las nóminas”.
Asimismo, se refirió a la situación que están viviendo en este momento los Astilleros y talleres navales privados agrupados en las cámaras. “Invertimos y el sector creció porque tuvimos un acompañamiento del Estado inédito y es justo reconocerlo. Se frenó la importación de barcos usados que pueden construirse en el país, se mantuvieron las normativas que fomentaban la renovación de la flota pesquera, se consideró a nuestra industria estratégica, se aplicaron programas de fomento como el PRODEPRO, se crearon líneas de crédito específicas como la del BNA con tasa subsidiada por el Ministerio de Desarrollo Productivo, se creó el FONDEF, el programa de desarrollo de proveedores del INTI, etc”, resaltó.
Sin perjuicio de ello, advirtió: “La inflación y el atraso cambiario con respecto al aumento de precios internos nos estaba haciendo perder competitividad, aumentando nuestros costos en dólares oficiales y deteriorando la rentabilidad de nuestros clientes exportadores, siendo esto último una pata fundamental del proceso de renovación de la flota pesquera”.
“La inestabilidad de los últimos meses y el agotamiento de las reservas del BCRA agravó aún más la situación. No solo por ralentizar las importaciones necesarias para construir y reparar buques, sino por encarecerlas notablemente”, apuntó.
Ante la incertidumbre, señaló que “los importadores de insumos que desconocen a qué cotización podrán reponer su mercadería, la terminan cotizando a dólar MEP. Nuestra industria se quedó con sus ingresos en dólares oficiales y parte de sus costos en dólar MEP o con incrementos siderales”.
“La suba de tasas hizo frenar los créditos que se estaban analizando y las restricciones presupuestarias llegaron a programas como el PRODEPRO. En este escenario de distorsión de costos y suspensión de ayudas es imposible proyectar y cotizar nuevas construcciones y las que ya están contratadas deberán re-negociarse indefectiblemente porque los desfasajes son enormes”, completó.
En ese contexto, cuestionó que “la macroeconomía ha vuelto a poner en jaque al sector naval, pulverizando el esfuerzo hecho por autoridades, astilleros, armadores y obreros navales. Todos esperamos que esta coyuntura se supere rápidamente, pero no podemos dejar de estar muy preocupados, porque la propia historia de la Industria Naval Argentina está llena de ejemplos de Astilleros que tuvieron que cerrar en su apogeo, cuando habían realizado sus inversiones y obras más trascendentes y no por mala administración, sino por estos recurrentes cimbronazos de la economía argentina”.