
Con el objetivo de otorgarle un valor al trabajo de herrería y carpintería que realizan los internos de Batán, Juan Manuel Aiello, presidente de la cooperativa Oktupak en diálogo con “el Retrato…” destacó el convenio celebrado el viernes pasado entre el Ministerio de Justicia y dicha entidad, el cual consiste en la cesión de un espacio para el funcionamiento del taller de carpintería y herrería de dicha institución. “La pena para aquél que rompe las reglas de la sociedad es la privación de la libertad, no la esclavitud o el laburo sin pago”, subrayó.
Juan Manuel Aiello, impulsor de distintas actividades en la cárcel de Batán con internos del lugar e integrante de la Asociación Civil “Cambio de Paso” en diálogo con “el Retrato…” se refirió al convenio celebrado el viernes pasado entre el Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires y la cooperativa “Oktupak”, la cual preside, el cual consiste en la cesión de un espacio para el funcionamiento del taller de carpintería y herrería de dicha institución.
“Esta cooperativa que está funcionando de manera experimental desde marzo está produciendo muebles en hierro y madera que van a ser subastados en octubre”, explicó.
En tal sentido, remarcó que esta cesión de espacio “permitirá recaudar dinero para distribuir entre los socios de la cooperativa, comprar herramientas y hacer una demostración del valor que tiene la mano de obra en herrería y carpintería de estos internos” y agregó que en septiembre invitarán a diferentes artistas reconocidos locales a los efectos que intervengan estos muebles y poder realzar su valor.
Asimismo, señaló que, incluso, en octubre se hará una subasta con el objetivo de recaudar dinero y comprar máquinas. “La idea es poner en evidencia la capacidad de mano de obra de la cooperativa de herrería y carpintería”, comentó.
“Se pone en evidencia que hay una muy buena mano de obra y que con capacidad, conocimiento, dedicación y amor se pueden hacer cosas buenas. Tiene un sentido integrador esta iniciativa y busca transmitir”, remarcó el principal referente de la cooperativa a la vez que comentó que alrededor de 18 internos participan en este proyecto.
En ese contexto, destacó que “la cooperativa irrumpe para darle dignidad y ponerle dinero en el bolsillo a los internos, cambiando el modelo, para que estos pibes sean un modelo distinto hacia sus hijos: una persona que trabaja, produce, gana dinero, que da respuestas, soluciones a su familia y que es un líder, no un problema” y concluyó: “La pena para aquél que rompe las reglas de la sociedad es la privación de la libertad, no la esclavitud o el laburo sin pago”.