La sangre no llegó al río y no hubo sanción para consejera escolar Mónica Lence

Felizmente “la sangre no llegó al río” y la Sesión de los consejeros escolares de General Pueyrredón, luego de un álgido y por momentos tenso debate, cuarto intermedio mediante, se “fumó la pipa de la paz”, donde los funcionarios del Frente de Todos pusieron a consideración un repudio por los hechos que tuvo como victima a Cristina Fernández de Kirchner, que fue aprobado por unanimidad, en tanto no se aplicó sanción alguna la Consejera de Juntos , Mónica Lence.

Previo al cuarto intermedio los consejeros del FdT cargaron fuertemente contra lo escrito por la integrante de Juntos, Mónica Lence en la red “del pajarito”, por lo que consideraban una grave falta de respeto hacia la investidura vicepresidencial; hecho este que fue rebatido por la propia Lence ya que entendía que no encontraba en sus dichos “ni en mis actos, ninguna razón para pedir perdón. Partiendo de esa base, podemos empezar a conversar”.

En ese marco ya antes de pasar al cuarto intermedio impulsado por el FdT para debatir internamente la mencionada cuestión, la consejera de Juntos expuso su posición a través de un texto que leyó ante los presentes.

Regresado del debate interno, luego de analizar junto a padres detalles de la situación edilicia de la hoy olvidada escuela “515”, Natalia Russo llamó a la reflexión, al diálogo y al consenso, a la vez que propició una nueva forma de hacer politica a través del debate interno.

Aclaró la titular del Consejo Escolar que “en ningún momento se pidió ni la renuncia ni la suspensión de Lence”, remarcando luego ante “el Retrato…” que “hubo medios de comunicación que dijeron que queríamos una suspensión por tres meses y de ninguna manera sucedió eso, está todo filmado, sí fueron dichos de la consejera Lence que dijo ¨me quieren sancionar, me quieren echar¨ pero ningún consejero de ningún bloque lo solicitó”.

 LA EXPOSICION DE MÓNICA LENCE

En oportunidad de su “defensa”, la consejera de Juntos, Mónica Lence, leyó un documento donde ratificó su postura ante el tema que provocara tanto ruido, afirmando en la oportunidad de manera textual:

Me parece mentira que, en lugar de estar hablando de cuestiones relacionadas al ámbito de las escuelas del distrito, tenga que estar explicando cosas relacionadas a mi sentir, a mi individualidad y a mi libertad de expresión.

En primer lugar, como es de público conocimiento, quiero volver a dejar claro, tal como hice en los medios, que no voy a pedir perdón a nadie.  Muchísimo menos a alguno de los acá presentes.

Responsabilizo por cualquier cosa que pudiera sucederme hoy, a los artífices de esta situación, el Frente de Todos. Que son los mismos que dicen amar el diálogo y el amor, mientras intentan adoctrinarme o retarme como si yo fuera un chico y no un ciudadano libre.

Lamento tener que comunicarles que soy un ciudadano libre.

No encuentro en mis dichos ni en mis actos, ninguna razón para pedir perdón. Partiendo de esa base, podemos empezar a conversar.

Eso no significa que no repudie lo que sucedió. Por supuesto que lo repudio.

Repudio cualquier intento de homicidio que no sea en legítima defensa.

Pero repudio TODOS los actos de esa índole, no solo el perpetrado hacia la vicepresidente.

Repudio la violencia en todas sus formas. Desde las más simples hasta las más graves. Inclusive la que se disfraza de reflexión, como esta jornada de hoy, para ubicarme en un lugar de desprotección, con la finalidad de atacarme en manada, del modo más cobarde e hipócrita.

Para mí no hay vidas que valgan más que otras.

Porque no encuentro en ninguna investidura, nada que logre darle un valor extra al mero hecho de estar vivo.

Pero la violencia no es lo único que repudio.

Repudio un feriado decretado a medianoche, sin ninguna razón que lo amerite, en el marco de una situación de mucha confusión, en un país que hace meses y meses solo recibe malas noticias.

En un país que empieza a recuperarse de la administración de una pandemia que arrojo a miles de personas por debajo de la línea de la pobreza y hoy necesita trabajar.

Lo repudio porque no podemos permitir más días sin clases, ni más escuelas vacías, ni más chicos en la calle.

Repudio ese feriado porque me causa mucho rechazo que me digan que es lo que tengo que sentir y pensar. Porque quiero un país donde la libertad sea la premisa número uno.

Y donde yo no tenga que explicar, como en un juicio, porque cometí el grave error de haber dudado de lo que me estaba mostrando la realidad.

Quiero poder dudar de lo que veo. Porque la duda impulsa el acto de pensar, motor del conocimiento. Y quiero que los estudiantes duden. Que duden todo el tiempo. Y que no reciban verdades masticadas con gusto a ideología.

Eso es amor verdadero. No una jornada de reflexión. El amor es acción.

Eso es sobre lo que todos tenemos que empezar a reflexionar. En cómo vamos a convertir ese amor que ustedes tanto anuncian, en un amor más concreto y seguramente más silencioso.

No pueden seguir hablándonos de amor mientras censuran al que piensa distinto.

Mientras fomentan el odio hacia quienes se atreven a alzar la voz, como yo, para decir que ya no queremos nada de esto.

Yo estoy muy cansada. Como deben estar muchos ciudadanos.

Cansada de toda esta payasada. De estar acá perdiendo el tiempo, en lugar de estar recorriendo las escuelas.

Cansada de tener que estar sentada dándole explicaciones a ustedes, en vez de estar detectando las necesidades de las comunidades educativas.

No quiero ni más repudios, ni más feriados, ni más jornadas de reflexión. Quiero volver al trabajo para el que me eligió la gente. Y hacer lo que tengo que hacer.

Tienen toda la libertad para tomar represalias contra mi persona, persiguiéndome políticamente por haber emitido mi opinión. Pueden llevarme a la justicia para acusarme de todo lo que ustedes deseen. Y pueden seguir con este tema semana tras semana.

Pero no vuelvan a utilizar la palabra democracia si eligen ese camino.