Una pericia determinó que el tatuaje nazi que Fernando André Sabag Montiel tiene en su mano izquierda es el mismo que aparece en la mano de la persona que el jueves pasado intentó asesinar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner gatillándole una pistola a centímetros de la cabeza, informaron este sabado fuentes policiales.
En tanto, la pistola calibre .32 con la que el hombre quiso matar a la expresidenta pertenecía a un vecino del imputado que falleció en 2021, y los investigadores intentan determinar si el acusado se la había pedido prestada o si se la robó.
Fuentes policiales informaron a Télam que el cotejo de imágenes fue realizado por los peritos de la División Individualización Criminal de la Superintendencia de la Policía Federal Argentina (PFA) entre fotografías de los tatuajes del detenido y los videos donde se observa el momento del ataque.
De esta manera se concluyó que el tatuaje nazi de Sabag Montiel tiene en su mano izquierda es el mismo que aparece en la mano de la persona que el jueves intentó asesinar a Cristina.
El video clave que permitió hacer el cotejo es el que fue grabado con un celular por un militante, de frente a la Vicepresidenta, y en el que aparece en primer plano la mano tatuada del frustrado tirador.
Esta grabación es una pieza clave de la investigación ya que en la misma filmación, que tiene audio, se escucha cómo el atacante gatilló la pistola Bersa calibre .32 a centímetros de Fernández de Kirchner, pero el arma no se disparó.
Si bien en esas imágenes parecería que el tatuaje identificado está en la mano derecha, las fuentes aclararon a Télam que son fotografías tomadas con la cámara frontal del celular, en modo “selfie”, y por ello aparecen invertidas “en espejo”.
El origen del arma
Por su parte, esa pistola Bersa calibre .32 había pertenecido hasta el 2021 a un hombre domiciliado sobre la calle Condarco, en Villa del Parque, vecino en aquel entonces del atacante.
El dato ya fue incorporado al expediente que tiene a su cargo la jueza Capuchetti, ante quien el viernes el imputado se negó a declarar y no hizo mención sobre el arma, dijeron las fuentes judiciales, quienes confirmaron que el hombre permanecía hoy encerrado en una celda individual de la sede policial de la calle Cavia, en el barrio de Palermo, y custodiado por dos efectivos.
Los pesquisas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina (PFA) ya tienen acreditado que la pistola era de un hombre fallecido.
“Era vecino y amigo de Sabag Montiel”, dijo uno de los investigadores consultados quien confirmó que al momento de secuestrarla, la pistola tenía la numeración limada y solo podían verse los últimos tres números 250-.
Lo que aún no tienen claro los investigadores es si el acusado se la había pedido prestada a su vecino y que, una vez fallecido, se apropió de ella, o si se la robó.
Además, los pesquisas confirmaron que las 100 balas halladas en la casa del detenido en la calle Uriburu al 729 de la localidad bonaerense de San Martín, eran del mismo calibre .32 corto de la pistola que utilizó para cometer en frustrado atentado.
Allí, también secuestraron documentación del detenido, como una fotocopia de su DNI, un certificado de actividades esenciales con motivo de la pandemia de coronavirus, un certificado médico, un certificado de discapacidad que resultó ser falso y estaba hecho a nombre del detenido como si hubiera sido expedido por la Junta Evaluadora de Quilmes y una radiografía dental.