Mónica Lence: “A ustedes no les voy a pedir perdón, y menos por pensar distinto”

Luego que se conociera el impulso a su expulsión del Consejo Escolar por parte de sus pares del Frente de Todos por pensar que  no fue un atentado lo de Cristina Fernández, la consejera de Juntos Mónica Lence hizo pública una Carta Abierta anticipa que ni pedirá perdón por nada e invita a que lleven su caso a la Justicia.

Soy Mónica Lence, Consejera Escolar por el espacio de Juntos.

Durante el atentado a la vice presidente escribí dos Tuits. En uno hice referencia a mi percepción personal de lo ocurrido. En el otro cuestioné la idea de instalar un feriado nacional.

Hoy, el Frente de Todos pide mi destitución y un repudio hacia el gravísimo acto que según ellos he cometido: Decir lo que siento.

Tengo 49 años y entré al mundo de la política cuando el intendente me convocó. No vengo, como ellos, caminando los pasillos del oportunismo político, de la mirada reducida, de la pelea por espacios de poder que nos llevan al lugar donde nos encontramos hoy. Vengo de la vida.

Explico esto porque realmente llevo muy poco tiempo en este espacio. Ni siquiera se cumplió un año desde que vi a mis compañeras por primera vez. Todavía sigo viendo la realidad como ciudadana de a pie, no como una funcionaria política. Y ese fue mi error. No haberme dado cuenta que pertenezco a un espacio político que exige la responsabilidad de actuar en equipo, y actué como lo que soy, una ciudadana más.

Pero como soy parte del espacio del Intendente, quiero pedir mis más sentidas disculpas a la persona que confió en mí para actuar en el lugar que consideró adecuado para mis capacidades. Le quiero pedir disculpas al Intendente Guillermo Montenegro y también a todos mis compañeros del espacio Juntos, por haber actuado en soledad y sin consensuar mis dichos.

Por otra parte, quiero pedirles a los consejeros del FDT que todas las denuncias que tengan hacia mí, las lleven al ámbito de la justicia. Porque no les voy a pedir perdón por nada.

¿Cómo voy a pedir perdón por un tuit, cuando nadie pidió perdón por cerrar las escuelas durante casi dos años o por multiplicar la pobreza a porcentuales inéditos?.

¿Cómo voy a pedir perdón si aún tengo en la memoria a quienes despidieron a sus seres queridos sin poder tocarlos, mientras otros celebraban fiestas personales en la cara de todos los argentinos?.

¿Cómo voy a pedir perdón a quienes dicen una cosa y hacen otra, a quienes se burlan de nuestra ciudad anunciando obras que nunca llegan; a quienes dicen que las escuelas brillan mientras recibimos comunidades enteras suplicando que las miren, que las tengan en cuenta?.

¿Cómo voy a pedir perdón si nunca pidieron perdón por el daño que causaron. Por el silencio ante las piedras. Por el poco respeto hacia las muertes?.

¿Cómo voy a pedir perdón a quienes nos niegan información para poder trabajar, a quienes hoy pretenden expulsarme, tan solo por pensar distinto, mientras organizan jornadas “para pensar en el amor”?.

No se pide perdón por pensar distinto, ni se pide perdón por el agobio, el dolor, la incertidumbre, la miseria, la mentira que las acciones del gobierno provocaron en los ciudadanos durante los últimos tres años.

No voy a pedir perdón. Porque eso significa aceptar que me equivoqué en lo que siento y nadie puede obligar a nadie a sentir distinto.

No voy a permitir que me violenten al punto de pedir un perdón que no siento ni voy a sentir nunca.

No tiene autoridad para pedir arrepentimiento quien tanto tiene para arrepentirse.

La única razón por la que borré los tuits es porque pensé que podía afectar en algo al Intendente.

Porque creí que el nivel de violencia que escaló sobre mis dichos podía lastimar el proyecto de ciudad que él viene construyendo. Pero no porque me arrepentí. Jamás le desee el mal a nadie.

Tengo muy claro quién soy y lo que dije. No encuentro ninguna razón para retractarme, sin que afecte mi derecho a expresarme.

Del mismo modo, les solicito que tengan a bien denunciarme ante la Justicia por lo que ustedes consideren pertinente. No tengo miedo. Cumplo con mi deber como Consejera Escolar con todo lo que eso significa. Si ustedes proceden de ese modo, y la Justicia detecta en mí o en mis dichos algo que interfiriera con mis funciones, lo voy a aceptar. Y si la Justicia indica que tengo que pedir perdón por algo de lo que dije, lo haré con toda la predisposición del mundo.

Pero a ustedes no les voy a pedir perdón por nada. Y muchísimo menos por pensar distinto.

Muchas gracias

Mónica Lence