Saber de dónde venimos ayuda a desarrollar un sentido de pertenencia. Cada ADN cuenta una historia, y la forma en que nos relacionamos con ella nos permite establecer nuestra identidad.
¿Quiénes somos? ¿Dónde nacimos? ¿Cómo eran nuestros abuelos? Estas y otras preguntas más son las que nos hacemos a lo largo de nuestra vida. Contar con las respuestas a estos interrogantes nos permite saber sobre nosotros y de esta manera construir nuestra historia.
La importancia de la identidad
La identidad es un conjunto de rasgos que nos diferencian de los demás y nos hacen únicos. La construcción de ella es un proceso que comienza desde el nacimiento hasta la muerte. Cada vínculo con el que interactuamos desde la niñez hasta la vida adulta, forma parte de la experiencia y por ende de quienes somos.
Asimismo, todos disponemos de un código genético que se encuentra en el ADN y nos diferencia de cualquier otro ser vivo. A través del estudio de una serie de marcadores genéticos, podremos compararlos con los de otra persona y evaluar las relaciones de parentesco y paternidad que tengamos con ella.
Buscando las raíces
Para poder conocer nuestros orígenes, las pruebas de ascendencia son una excelente manera de lograr una conexión con nuestros antepasados. A partir de una muestra de ADN podrás descubrir de qué regiones del mundo procedían y también trazar el camino que siguieron hace decenas de miles de años.
Genera, el primer laboratorio de Latinoamérica especializado en genómica personal, realiza pruebas de ADN para que las personas conozcan su ascendencia. Con un simple test, a partir de una muestra de saliva, se puede conocer más sobre los orígenes, ancestros, y hasta encontrar familiares alrededor del mundo.
Habitualmente, las pruebas de ADN se usan para confirmar la paternidad de una persona, no obstante, se puede ir mucho más allá y realizar un Test de Ancestralidad. El mismo ofrece un análisis del camino recorrido por los linajes paterno y materno desde el primer ancestro humano, a través del análisis de ADN mitocondrial y del cromosoma Y.
Por otra parte, el Test de Ancestralidad que ofrece Genera, provee una herramienta de Búsqueda de Parientes, donde se compara el material genético entre las personas que ya han realizado los test e identifica si comparten las mismas secuencias. También, este tipo de análisis informa el origen del ADN y sus resultados se muestran en un mapa que indica las zonas de donde proceden los antepasados de la persona, con sus respectivos porcentajes.
“Para definir la ruta del linaje materno, se realiza un análisis de ADN mitocondrial, un conjunto de haplogrupos que se encuentran en las mitocondrias. Estos haplogrupos son un grupo de alelos (formas alternativas de un gen determinado) que portan las características genéticas heredadas por el padre y la madre. Entonces, incluso si el ADN ha mutado, es posible rastrear el origen y la ruta de su haplogrupo materno durante más de 100.000 años”, explica el Dr. Ricardo di Lazzaro Filho.
Por su parte, la ruta del linaje paterno sólo está disponible para personas con sexo biológico masculino que cuenten con el cromosoma Y, ya que para descubrir esta ruta se realiza un análisis de este cromosoma, un fragmento de ADN que siempre se transmite de padres con sexo biológico masculino a hijos con el mismo sexo biológico. “El cromosoma Y de una persona suele ser idéntico al de su padre, su abuelo paterno, el padre de ese abuelo, etc. Sin embargo, a lo largo de generaciones, el ADN puede mutar, volviéndose ligeramente diferente de los antepasados”, agrega el fundador del laboratorio Genera.