
En plena era digital, en el marco del avance de la tecnología, la actividad de los “canillitas” ha sido una de las más golpeadas, ya que hoy cada vez son más las personas que eligen leer un diario o una revista, a través de los medios virtuales. Así, decenas de puestos, que se ubicaban estratégicamente en la ciudad, debieron cerrar su espacio y sus trabajadores volcarse a otra actividad.
Cabe recordar que, en los últimos meses, incluso, el Municipio de General Pueyrredón ha desarmado algunas estructuras de kioscos de diarios y revistas que se encontraban abandonados, lo cual representaba un riesgo para la seguridad de los vecinos y transeúntes, por ejemplo, el que se encontraba en el límite de los barrios El Progreso y San Martín de Mar del Plata e inclusive en la esquina del Paseo Aldrey.
Sin perjuicio de ello, existen igualmente algunos “canillitas” aún en Mar del Plata que se rehúsan a tener que abandonar su actividad y dedicarse a otra cosa. En ese marco, “el Retrato…” realizó un relevamiento a los efectos de analizar cómo subsisten los puestos que se encuentran actualmente en funcionamiento en la ciudad, que productos ofrecen y qué tipo de consumidores son los que siguen optando por esta forma de lectura.
Así, en diálogo con “el Retrato…” un empleado del puesto de diarios y revistas ubicado en Colón y Arenales, reconoció que “son muy pocos” los kioscos que quedaron como así también manifestó su preocupación por lo que viene, en tanto aseguró que “cuesta muchísimo poder subsistir”.
“La gente escucha mucho la radio y la televisión, sumado a que primero piensan en comer y ya no consumen diarios o revistas en forma gráfico”, afirmó el empleado del puesto a la vez que reconoció que viven el día a día, “intentando llegar al verano sin cerrar”, en tanto “se venden muy pocos diarios y alguna que otra revista”.
Asimismo, detalló que “el mayor consumidor es el particular, porque ya los comercios tampoco son de comprar muchos el diario en formato gráfico” y añadió que, incluso, los clientes son personas mayores. “Los diarios oscilan los 200 pesos (Clarín, La Nación) mientras que las revistas son cada vez menos las que salen”, precisó el encargado del lugar que se encuentra abierto en el horario de 8 a 18.
En ese contexto, el trabajador también comentó que el inconveniente que tienen es que “las distribuidoras mandan mucha mercadería y la cobran por anticipado” y explicó que “siempre se está debiendo dinero y nunca se alcanza a cubrir. Hay gente que se ha endeudado mucho porque no da para las dos cosas, ya que si retenes una ganancia mínima se la tenes que pagar, en su mayoría, a la distribuidora”.
“Los productos que no se venden se devuelven, pero se pagan mucho más adelante. No es rentable, porque necesitas tener un capital para bancar todo ese movimiento, que no genera ninguna ganancia”, concluyó el empleado del local ubicado en Avenida Colón y Arenales de la ciudad en diálogo con “el Retrato…