Desde que se conoció el asesinato de Maximiliano Rihl, en el cumple 51 de Mauricio Damián Ríos todo es duda y confusión. Muchos medios de comunicación, nacionales y locales, aseguraron desde un primer momento que había conexión política entre los 200 invitados; incluso en el lugar había una patrulla municipal, un empleado de la Secretaría de Seguridad y la pareja e hijo de un funcionario de primera línea.
Conforme fue avanzando la investigación judicial se supo que el subsecretario de Seguridad, Gustavo Jara, no estuvo en la fiesta, pero sí su novia, Gisela Díaz; pero también trascendió que Gustavo Jara es socio de Mauricio Ríos. Y aunque nadie lo crea ninguno de estos dos hechos son lo llamativo.
Si lo es, los acuerdos o desacuerdos políticos que evidentemente alguien tiene con el subsecretario de seguridad Gustavo Jara. “Decime que medio informa y te digo como viene la opereta”, es la revisión de la popular frase de “dime con quién andas y te diré quien eres”.
Que Jara es socio y amigo de Ríos trascendió de un medio que es el que jamás habla mal del Intendente y sus funcionarios, y que recibe una de las porciones más grandes de pauta municipal.
Montenegro no responde a Patricia Bullrich; Jara sí, y de manera cercana y directa. De cara al 2023, se empiezan a ver los codazos para bajar a posibles muñecos que puedan aparecer en escena. Tal vez para Montenegro su funcionario Jara representa una amenaza. “Lo entregó el gordo, no lo puedo creer” dijo un edil inocente a este medio.
El partido de ajedrez recién empieza y tendrá a varios alfiles caídos.