
El ex intendente, Carlos Fernando Arroyo, viene de mal en peor. No solo le negaron el pago por las vacaciones no tomadas cuando era funcionario, sino que ahora, el Honorable Tribunal de Cuentas lo sancionó por el uso irregular de publicidad oficial para hacer propaganda partidaria durante las elecciones de 2019.
Según pudo saber este medio, la cifra que deberá abonar el Intendente con mandato cumplido ronda los 2 millones de pesos. Además, el Tribunal de Cuentas, pretende establecer responsabilidades por el inicio de una obra pública que no había sido licitada.
Las publicidades por las que sancionaron a Arroyo son las que se emitieron entre las elecciones PASO y las elecciones generales del 2019. Allí el spot, y el slogan del municipio eran muy sugestivos, claramente denotaban una publicidad electoral: “Juntos seguimos haciendo”. Además, se enumeraba las obras públicas que se hicieron, o comenzaron, en la gestión del ex mandatario.
Por eso, el Tribunal de Cuentas en su extenso fallo sostuvo: “Se trata de “información de carácter general sin especificaciones, (lo que) impide que la población tome conocimiento de actos de gobierno concretos. Es una información subjetiva sesgada a favor de una persona”.
Lo más anecdótico, o bizarro, es que Arroyo, como no podía hacer de otra manera, hizo el gran “yo no fui”. En su descargo, le echó la culpa a la Secretaría de Hacienda y la Dirección de Prensa y Difusión.
Hernán Mourelle y Marcelo Marcel están en la mira.