“Durante el primer año de la gestión de Alberto Fernández, a la par de la recesión que trajo la pandemia, la inflación se redujo a 36,1% mientras que en 2021 alcanzó el 50,9%, a pesar del congelamiento de tarifas y el atraso cambiario” afirmaron en un comunicado de prensa Organizacion de Trabajadores Radicales Mar del Plata- Batán en la señalan que ningún trabajador debe estar por debajo de la línea de pobreza.
En el documento dado a conocer con motivo del Día de Trabajador indican de manera textual:
En lo que va del año, la inflación fue del 16,1%, y la interanual trepó al 55,1%, uno de los registros más altos en más de 30 años. Así las cosas, desde diciembre de 2019, la Argentina acumula una inflación general del 130%, un nivel que ninguna administración desde 1991 había registrado en sus primeros 27 meses de gestión.
Que pasó con los salarios de los trabajadores? Han podido ganar la guerra contra la inflación? La respuesta es NO. El deterioro del salario de los últimos años parece estar lejos de recuperarse. Si bien hubo una recuperación del mercado de trabajo en el año que pasó no terminó de compensar la fuerte caída sufrida durante el primer año de la pandemia y, además, los puestos de trabajo que se generaron fueron más precarios y peor pagos. A su vez, es importante indicar, que aproximadamente el 30% de la población ocupada mayor de 18 años no logra que el trabajo lo saque de la pobreza. Recordemos que la canasta básica total (CBT), que determina la línea de pobreza, se ubica actualmente en los $89.690.
En consecuencia, y ante esta situación tan crítica, desde la Organización de Trabajadores Radicales Mar del Plata- Batán instamos a que los funcionarios del Gobierno dejen de dedicarse a las peleas internas y comiencen a trabajar para buscar soluciones a la grave crisis social y económica que atraviesa la Argentina. Es prioridad bajar la tasa de inflación de manera sostenida para disminuir, a través de esa vía, la volatilidad de los precios relativos y mejorar la asignación de los recursos escasos. Es esencial que ocurra una conjunción de la política, de los sectores económicos y de los sectores del trabajo y todo otro grupo social que defina líneas de acción concretas para bajar genuina y sostenidamente la tasa de inflación. De lo contrario, la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores se acentuará aún más, profundizando el deterioro social.