Nunca más vigente que hoy aquel genial “Hay que pasar el invierno”, del no menos genial Capitán ingeniero Álvaro Carlos Alsogaray. El hombre que tuvo enorme poder en gobiernos antagónicos como la Libertadora y Frondizi, entre otros.
Hoy nuestra amada Patria se encuentra en una encrucijada novedosa. La crisis a cuchillo se da en un gobierno peronista. El enfrentamiento se construyó en el binomio presidencial, contra natura, que nació desde el vientre de la vice, cosa rara, imponiendo al candidato presidencial.
Todas esas circunstancias anormales las termina pagando la Nación, la gente, las instituciones. Bombardea a una economía en permanente estado de resiliencia, que no puede terminar de aprender a caminar, porque a cada rato le cambian las señas, y de una manera u otra se estrella, se daña, pierde potencia y rendimiento.
Argentina tiene todo. Y no es un slogan. Es una realidad comparada con cualquier otro país de occidente. Y sin embargo tenemos la inflación más alta de América, los salarios más bajos. Un éxodo de jóvenes útiles, formados, profesionales, de 25 a 40 años, record propio de países en guerras de verdad.
En el mientras tanto la tele nos muestra crímenes, asaltantes criminales, entraderas violentas, estafas grandes y chicas, miles protestado copando las calles céntricas de Buenos Aires y muchas ciudades, alterando aún más la sufrida vida de los trabajan y producen.
Por suerte (toquemos madera) el COVID ha salido de las tapas de los portales, y su catastrófica ola de muerte ha sido reemplazada por la bombardeada y lejana UKRANIA. Cuanto dolor, cuanta destrucción y desplazamiento forzado de mujeres y niños.
Uno quiere transmitir optimismo, pero te bloquean.
El tremendismo, “este gobierno se cae de dos meses” y similares, no ayudan.
Lo diferente es que no es “explosión” es “implosión “. De adentro hacia afuera. Y eso es muy complicado de solucionar.
¿Que nos queda?
Rezar y que los que mandan, encuentren el rumbo y nos lleven a puerto seguro. Tenemos que pasar el otoño.
Abrazo a todos.
Tenga Fe. Crean en ustedes. Es lo que vale.