Cuando lo privado y lo público rozan la ilegalidad a la vista de todos, y nadie hace nada es un problema. Eso es exactamente lo que está sucediendo en el Boulevard Marítimo entre las calles Gascón y Falucho, en donde se está abriendo un local gastronómico.
Está claro que la política del Ejecutivo Municipal es liviana respecto a hacer cumplir las reglas siempre que se generen puestos laborales; se demostró en cada mes de la pandemia que golpeó a la ciudad y el mundo; pero en este caso el uso del espacio público y municipal no genera trabajo.
Según la ordenanza 7609, delante de la casona característica de la costa marplatense, se encuentra el Parque de la Lobería Chico. Se tratan de dos lotes de dominio municipal (C.I., S.E., M 89b, P.5a. y 5b), ubicados en Bvrd. Marítimo P. Peralta Ramos, e/Gascón y Falucho. La ordenanza fue promulgada en 1989, y no tuvo modificaciones desde entonces, porque lo que nada privado puede montar allí sin autorización previa.
En los últimos días, se puede apreciar a simple vista, en el Parque de Lobería Chico un gran cartel, que está prohibido y no está autorizado. Sí los funcionarios de la subsecretaria de Inspección General no saben las ordenanzas vigentes que regulan el Partido de General Pueyrredon es un problema, y si aún sabiendo las, ignoran lo que está sucediendo es negligencia, que puede terminar con una denuncia penal por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
¿Negligencia o desconocimiento?