
Con lágrimas en los ojos, abrazos nostálgicos, voces quebradas y repitiendo “Queremos Entrar”, familiares, docentes y allegados de los alumnos del nivel inicial, primario y secundario de la escuela Santa María del Buen Ayre realizaron este lunes un abrazo solidario y pidieron por la marcha atrás de la medida, que implica el cierre de la institución ubicada en Alsina 2754 de esta ciudad.
A pocos días del comienzo del ciclo lectivo 2022, familiares, docentes y allegados de los alumnos del nivel inicial, primario y secundario se concentraron este lunes en la tarde en la puerta del establecimiento ubicado en Alsina 2754 y pidieron explicaciones a las autoridades de Santa María del Buen Ayre, en tanto confirmaron la semana pasada su cierre dejando a 200 chicos sin escuela y a 60 docentes en la calle.
Cabe recordar que las autoridades de la institución emitieron un comunicado en el que informaron a los equipos directivos y docentes el lamentable desenlace y adujeron que respondía a una “problemática financiera que atraviesa la institución, desde el año 2020 efecto de la pandemia, la cual agravo la situación económica, como así también no haber obtenido el aporte estatal el cual fue iniciado hace un año”.
“La baja de matrícula, la deuda mantenida por algunas familias con la institución y no llegar a un acuerdo con el propietario del inmueble, procediendo a no renovarse el contrato de locación. Lamentamos tener que haber llegado a esta instancia pero la realidad es que la situación es insostenible”, sostuvieron los directivos.
En ese sentido, una de las tantas damnificadas, con la voz quebrada, expresó en el abrazo solidario que “vaciaron la escuela y hasta retiraron las pertenencias de docentes. Se llevaron todo y nadie dio la cara” mientras que otra docente, que hace 18 se desempeña como tal en dicha institución, agradeció a los presentes y admitió que en lo personal se encuentra atravesando un momento “muy difícil” producto de lo que está ocurriendo en el colegio. “Hicimos lo posible para que sus hijos estén felices y se lleven la más linda experiencia”, indicó.
“Es injusto lo que pasó, con la maldad que fue. Hay cosas que no tienen explicación. Yo tengo la paz, que entregué mi vida a cada una de las familias. Me comprometí con cada una de ellas”, afirmó la docente.
Por último, familiares, docentes y allegados de los alumnos del nivel inicial, primario y secundario exclamaron “queremos entrar”, haciendo alusión a que se debe rever la medida y evaluar una apertura de la reconocida institución educativa de la ciudad.