La Iglesia Católica es una de las instituciones más ricas del mundo, pero esa condición parece que no llega al Partido de General Pueyrredon, al Obispado de Mar del Plata. A pesar que todos los meses, las casi 20 Parroquias deben juntar y abonarle a la Diócesis local 20 mil pesos, para solventar gastos, el Ejecutivo Municipal solicitó al Concejo Deliberante que se le perdone las deudas que cuatro cuentas del obispado mantienen con Obras Sanitarias S.E.
No importa la cantidad de fieles, tampoco importa si la Comunidad religiosa está compuesta por una Iglesia o tres capillas, menos importa el contexto socio economico que la rodea. Para la Diócesis lo que sí importa es que a fin de mes, los 20 mil pesos estén entregados, pero ¿cuáles son los gastos que debe afrontar el Obispo Gabriel Mestre si intentan que no pague ni el agua?.
Mediante el expediente 01088 ingresado en el Concejo Deliberante, con firma del Jefe Comunal Guillermo Montenegro y el Presidente de OSSE Carlos Katz, se pretende condonar la deuda existen hasta la cuota 4/2021 de las cuentas 47482/000, 109724/000,425869/000 y 27168/000. En su artículo 2, el expediente asegura que el Obispado se hace responsable de abonar desde la cuota 5/2021 en adelante. No se sabe cuántas son las cuotas que dichas cuentas adeudan.
Asimismo, en los argumentos, se expresa que durante el 2020 y el 2021, “las medidas y restricciones tomadas como consecuencia de la pandemia Covid-19 han generado la disminución, por lógicas razones, de las celebraciones litúrgicas y los eventos religiosos como consecuencia las colectas y los aportes de los fieles también han disminuido, afectando gravemente la economía del Obispado”.
“En vista de las claras intenciones del Obispado de Mar del Plata de seguir abonando las cuotas futuras, quienes asumen la responsabilidad de abonar desde las cuotas 5/21, es que venimos a poner a su codirección la condonación de la deuda existente en las cuentas ut supra mencionadas”, termina el expediente que ya tiene giro en la Comisión de Ambiente y de Hacienda.
Los argumentos son válidos, pero la misma situación la vivieron miles de marplatenses que también adeudan cuotas en sus cuentas, pero seguramente no tienen linea directa con Dios o el Intendente para no pagar, y trabajan a destajo para poder cumplir con sus obligaciones.