La organización “Red Puentes” realizó en censo popular que determinó que 282 personas se encuentran en situación de calle, los cuales en su mayoría son hombres, tienen entre 25 y 59 años, están hace más de un año en ese estado y a causa de haber perdido un empleo anterior como así también no han recibido tratamiento alguno para paliar sus problemas de adicciones.
La Red Puentes -una organización que se dedica al abordaje comunitario de consumos problemáticos y situación de calle- realizó el mes pasado un censo popular de personas en situación de calle, el cual arrojó que, sobre un total de 282 personas encuestadas, el 73% son hombres y, en su mayoría (87%), tienen entre 25 y 59 años; 7% tienen entre 15 y 24 años, mientras que el 6% restante es mayor de 60 años. Dichas cifras son levemente menores a las obtenidas en 2019 durante la primera edición del censo, cuando se contabilizaron 437 personas en situación de calle o en riesgo de estarlo.
De esta forma, el 48% de los encuestados se hallan en situación de calle desde hace al menos un año, por lo que son considerados permanentes o estables. El 19% de esa población, en tanto, tiene posibilidad de alquilar en un hotel, pensión o acceder a una vivienda acorde a sus ingresos (se los denomina esporádicos), mientras que el 33% hace menos de doce meses que se encuentran en esa situación (recientes).
En relación a las causas principales que llevaron a esa gente a vivir en la vía pública, el 29% dijo que fue por la pérdida del empleo, 22% fue expulsado de la vivienda en la que residía; 12% quedó en esa situación tras separarse de su pareja y el 8% restante mencionó problemas de consumo.
Respecto de cuáles son los lugares en los que estas personas pasan la noche, el 65% pernocta en la calle, el 24% lo hace en un espacio cerrado público, 2% en una iglesia y 7% en otro espacio. El 2% de los consultados prefirieron no responder.
Asimismo, el 57% de las personas que viven en la calle aseguró no haber sufrido situaciones de violencia institucional de parte de las fuerzas de seguridad, aunque desde la ONG señalaron que “debido al alto nivel de naturalización de la violencia, no se logra percibir en una primera instancia el abuso de poder”.
De hecho, sólo el 34% de los consultados dijo tener una buena relación con las autoridades policiales, 32% calificó la relación como “muy mala” y un 16% dijo sentirse ignorado por los integrantes de las fuerzas de seguridad.
Respecto al consumo problemático de sustancias, el 87% no recibe ni recibió ningún tipo de atención o tratamiento por sus adicciones, el 63% dijo haber atravesado situaciones de violencia con la policía u otras personas en situaciones de consumo y el 62% del total reconoció consumir con frecuencia drogas o alcohol.
Por otra parte, el 56% de las personas consultadas manifestó tener patologías o afecciones crónicas y el 74% aseguró no tener acceso a la salud. Por último, el 72% negó recibir algún tipo de asistencia económica de parte del Estado, mientras que del 28% que dijo tenerla, el 83% reconoció que es insuficiente.
(Imágen ilustrativa)